Hace unos cuantos meses, en una feria de las antigüedades, me quedé perdidamente enamorada de una gran lata de pimentón vieja que vendían en uno de los puestos. Me pidieron un montón por ella, así que allí se quedó. Desde ese día necesitaba encontrar una y por supuesto a un precio razonable, así que comencé con la búsqueda!
Pasaron unas cuantas semanas hasta que entre un montón de viejas matrículas de coche y máquinas de coser destrozadas la encontré! Tenía un aspecto horrible y la tenían para almacenar un montón de piezas oxidadas. Le pregunté al señor que la vendía cuánto pedía por ella y creo que se quedó alucinado de que a alguien pudiera interesarle.Rápidamente cerramos el trato, podemos decir que prácticamente me la regaló.
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